"BRIGADAS DE AMOR": CARTAS PARA LA REINTEGRACIÓN

Por Nilsa Hernández
Ciudad de México (Aunam). Hacer un intercambio de cartas entre los afectados por el sismo y los brigadistas, rescatistas y donadores fue una de las propuestas de la fundación “Las siete bellas artes para niños”, ubicada en la delegación Iztacalco, para fomentar una dinámica de integración entre la gente afectada por el sismo. Esta idea fue llamada “Brigadas de amor”.


Diego Hernández, subdirector de la fundación y coordinador del centro de acopio creado el 20 de septiembre, mencionó que después del sismo surgió la idea de “querer dar un momento de diversión”. Si bien el programa está enfocado en los niños, las actividades están pensadas para la integración de todas las personas.

El primer lugar en el que hicieron este intercambio de cartas personalizadas fue en Jojutla, Morelos. No han conseguido la reacción que esperaban, pero recibieron muchas cartas de niños para niños, así como su respectiva respuesta. Las palabras más significativas que encontraron en estas cartas fueron valores como respeto, amor y solidaridad.

Esta y otras actividades más, como la pequeña obra de teatro Cuando la tierra se movió, que fue una adaptación del cuento para niños escrito por el Consejo Minero Chileno en 2010, fueron propuestas y organizadas por Brigadas Culturas Mx, otra asociación creada para dar atención a los ciudadanos afectados.

Las propuestas de “Las siete bellas artes para niños” han recibido el apoyo de instituciones como Fundación UNAM y el Centro Gallego, que cubren las necesidades de su centro de acopio para un óptimo progreso, y de la empresa Larousse, que donó libros para los niños de las comunidades visitadas.

Sin embargo, también han tenido dificultades para la difusión y aceptación de estas actividades psicosociales. Tal fue el caso de comunidades en Xochimilco, donde no les permiten el espacio para sus participaciones teatrales con el argumento de que sus obras no son necesarias, o en Iztacalco, donde hubo poca respuesta de apoyo por parte de las personas de esa delegación.

Diego Hernández también ha notado una disminución en las respuestas que reciben por redes sociales, pues en un principio éstas eran inmediatas. Esto se reflejó en una disminución de los víveres para la creación de despensas que donan a las comunidades afectadas.

A pesar de estos obstáculos, la fundación no tiene una fecha para terminar con estas actividades. Ellos consideran que volverán a la “normalidad” en los primeros meses del 2018. Durante ese tiempo el equipo quiere ayudar en la construcción de casas y seguir con sus actividades culturales, principalmente con el intercambio de cartas.

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