Y EN LA UNAM... ¿VALDRÁ LA PENA HABLAR DE MARX?

Por Isis García
México (Aunam). “Marx ha vuelto, por una hora, más o menos”, enunció el actor. Sentado en un sillón al costado, el director comentó que cuando el actor le sugirió que hicieran una obra de Marx, él le respondió ¿Ya comes poco, no?


¿Valdrá la pena hablar de Marx? Es una obra teatral-entrevista inspirada en el texto “Marx en el Soho” de Howard Zinn. Es conducida por el italiano Adalberto Rosseti y actuada por Alonso Gálvez, quien interpreta a Marx.

La presentación de la obra se llevó a cabo por primera vez en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía con cuatro importantes invitados que respondieron a la entrevista: Elvira Concheiro Bórquez (CEIICH-UNAM), Carlos Aguirre Rojas (IIS-UNAM), Luis Arizmendi Rosales (FE-UNAM y ESE-IPN) y Rafael Barajas Durán, "El Fisgón" (La Jornada y El Chamuco).

Los primeros en traer la obra a la UNAM fueron el colectivo "Ruy Mauro Marini" de la Facultad de Economía, y posteriormente, "Radicales Libres" de la Facultad de Ciencias. También ha sido llevado por grupos a otras universidades, el colectivo "Palabra Roja" de la UAM y el periódico “Metropolitz" de la misma universidad. El equipo de ¿Valdrá la pena hablar de Marx?, está convocando a interesados para programar su siguiente ciclo, el cual, comenzará en septiembre.

La obra es diferente cada vez que se presenta porque cada entrevistado da su punto de vista, desde su perspectiva teórica, sobre diversos temas que sirven como eje en el desarrollo de la presentación: la izquierda, los medios de comunicación, la juventud y el papel de la mujer. Las siguientes consideraciones son fruto de la charla en la que participó el profesor Luis Arizmendi.

La primera pregunta y eje rector de la obra es ¿Valdrá la pena hablar de Marx? “Por supuesto que sí” Respondió el sociólogo Arizmendi Rosales, quien hizo hincapié en que actualmente se tiene poca conciencia de identidad de clase. “El dominado tiene el complejo de Estocolmo”, en el cual, una víctima del secuestro se encuentra retenida por su propia voluntad. “Por eso a partir del peligro exterior acepta la violencia interiorizada”.

Para el entrevistado ser de izquierda significa defender la vida en tiempo de muerte. Explicó que la izquierda mundial es experta en elidirse a sí misma “está llena de iglesias donde cada quien tiene sus propios adoradores”.

El profesor Arizmendi recalcó que debemos generar alianza, pero también independencia en cuestiones esenciales. Argumentó que Ecuador tiene soberanía alimentaria de Estados Unidos, mientras México depende 40% del país norteamericano, y se espera que para 2020 el porcentaje crezca a 80%. “Si dominan lo que comemos seguro nos tuercen”.

“Yo Marx, no soy marxista” comentó el actor haciendo énfasis en que Marx vio nacer la deformación de su discurso. Además de enunciar los presupuestos teóricos de Marx, el actor sirve a la obra para hacer una remembranza de la vida del personaje desde una perspectiva más humana. Hace un recorrido a través de la vida de Marx como pensador, editor, economista político, padre, esposo y enfermo.

El entrevistado manifestó que a pesar de la deformación del discurso marxista, en el siglo XXI está renaciendo el pensamiento crítico y hay una vuelta al marxismo clásico.

En la obra, además del rescate a la memoria de un pensador, también hicieron el rescate de un momento “menospreciado” por la historia universal, el correspondiente a las barricadas parisinas y la comuna. El ponente comentó que es estratégico por tres razones; la primera, porque demostró que podía haber producción sin plusvalía; la segunda, porque hubo circulación en un mundo sin mercado y la tercera, probó que era posible un autogobierno fraternal.


Enfatizaron en las dicotomías que se han malinterpretado en el discurso marxista. Como aquella frase de “La religión es el opio del pueblo” y continuando la lectura “Es el único momento que tiene el reprimido para respirar”. Sobre esto Arizmendi expresó “Leer la historia de la religión es una ambivalencia, es ver la forma de dominación y traer el sueño de regreso”.

Sobre los medios de comunicación el entrevistado comentó lo respectivo a la privatización de los mismos y su labor de “hacer una cultura anticultural”, en la cual, para acumular poder económico primero acumulan poder ideológico.

“La posición de la sociedad se mide por la posición de las mujeres”, expresó Luis Arizmendi cuando se le pidió su opinión respecto al papel de la mujer.

En cada función se otorgó a los participantes un sobre para cooperación voluntaria. En la primera y en la segunda función en la Facultad de Economía se obtuvieron $1,789 y $2,238 pesos respectivamente. El actor finalmente convocó a la participación haciendo alusión a la enfermedad de Marx “Imagínense que tienen forúnculos en el trasero y no se pueden sentar ¡Hay que actuar!

Fotos: Facebook.



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